Las larvas se componen por ±40 % proteínas y por ±30 % grasa cruda. Esta proteína de insectos tiene un alto valor nutritivo y puede ser un recurso interesante para la alimentación animal (pollos, gansos, patos, pescado, etc.).
Está demostrado que uno de los efectos de las larvas es la eliminación de bacterias que transmiten enfermedades como la Salmonela spp o la E. coli, lo que limita el riesgo de transmisión de enfermedades a animales y a humanos. [1]
Reduce la masa húmeda de residuos orgánicos entre 50 y 80 %.
El residuo, una sustancia similar al abono, que contiene elementos nutritivos y materia orgánica que pueden utilizarse directamente en el cultivo.
Cultivar es económico y no requiere medios de producción sofisticados, lo que lo convierte en una solución accesible para todas las regiones del mundo.
La mosca soldado negra (BSF) puede encontrarse en su estado silvestre a nivel mundial en las regiones tropicales y subtropicales en latitudes entre 40°S y 45°N.